A lo largo de nuestra vida nos proponemos varias veces empezar un plan de entrenamiento, apuntarse al gimnasio, ir a alguna clase o actividad que nos ayude a ponernos en forma, sin embargo, tras los primeros días la motivación de hacer algo nuevo para ponernos en forma va desapareciendo poco a poco llevándonos a abandonar esta meta.

Hay varios factores que nos alejan de nuestra meta, no solo la falta de motivación en sí, pero el encontrar esos puntos débiles, superarlos y motivarnos hará que podamos no solo empezar a hacer ejercicio sino consolidarlo como parte indispensable de nuestra vida.

Tener una rutina activa es un proceso que conlleva tiempo, constancia y motivación, en el cual pasaremos por varias fases y habrá altibajos que debemos superar. Entre ellos se encuentran la falta de tiempo, sentirnos cansados o muy agobiados por nuestras actividades y/o trabajo, así como no encontrar una actividad que nos guste, pueden ser motivos que frenen nuestro proceso.

Las siguientes estrategias te ayudaran a que este proceso sea más ameno y fácil de llevar a lo largo del tiempo, creando un hábito saludable y logrando los objetivos que te propongas.


Todo es mejor con música 

Haz una playlist con tu música favorita o música que te motiva. Numerosos estudios han evaluado el efecto que tiene la música en el rendimiento deportivo. No solo influye en la motivación para empezar la actividad, sino que aumenta la productividad, obteniendo mejores resultados.


Olvídate de hacerlo solo

Para algunas personas es difícil empezar solos y en ese caso puedes tener varias opciones desde ir con un amigo, crear un círculo social en el gimnasio o integrarte a actividades grupales que te ayuden a logar tu objetivo.


Ten variaciones en tus rutinas

Si vas a seguir un plan de entrenamiento en casa o en gimnasio es recomendable que vayas variando la rutina cada dos semanas. Esto tendrá un doble impacto: por un lado, el cuerpo no se acostumbrará, y por otro lado, no caerás en el aburrimiento de hacer siempre lo mismo.


Objetivos a corto plazo

Conocer nuestro estado de salud y tener conocimiento de nuestra composición corporal podría ayudar a fijar objetivos a corto plazo enfocados a mejorar nuestra salud, tener un peso saludable, regular signos vitales, disminuir el nivel de estrés, mejorar nuestro estado de ánimo, etcétera. Tener objetivos de salud y no solo estéticos podría ayudar a mantener la motivación ya que ver resultados estéticos puede tardar más tiempo en ser notorio. 


Evalúa el cambio

Lleva un seguimiento del progreso. Tanto si lo que quieres es perder peso como ganar masa muscular, debes medir los resultados. Puede ser conociendo tu composición corporal o también anotando tus progresos en rutinas, pesos intensidades y todas las modificaciones que tienes a lo largo de tus rutinas para que seas consciente de como empezaste y todo lo que has logrado en tu recorrido y mantener esto a largo plazo.

 
Sin duda el encontrar motivación para realizar ejercicio puede ser sencillo. Aquí el reto más importante es que logres mantenerlo, ser contante y al final de un plazo o meta, establecer un hábito. Busca herramientas afines a tus gustos y necesidades, para que con estas logres llegar a tu objetivo sin perder la motivación.