Cuando pensamos en entrenar, lo primero que nos viene a la cabeza es el ejercicio físico y el esfuerzo. Esto es cierto, y es que el ejercicio físico es clave en cualquier entrenamiento e indispensable para conseguir los mejores resultados. Pero la realidad es que el ejercicio físico no es lo único que debemos tener en cuenta, y es que el descanso es tan importante como el ejercicio en un entrenamiento. Se muestra fundamental para favorecer la recuperación de los músculos y para conseguir un estado muscular en perfectas condiciones. Por ello, más allá de llevar a cabo una rutina de ejercicios a lo largo de la semana, el descanso desempeña un papel protagonista en cualquier entrenamiento. Es un hecho que cuanto más descansado esté nuestro cuerpo, más rendiremos en nuestros entrenamientos. Asimismo, cuanto más entrenamos y más constantes seamos, descansaremos mejor.


¿Por qué el descanso es tan importante en tu entrenamiento?

Después de un duro entrenamiento nuestro cuerpo ha consumido una gran cantidad de energía y de fuerza. Para conseguir volver a la normalidad el descanso es totalmente necesario. Y no solo eso, sino que, además, cuanto más intenso sea tu entrenamiento, más descanso necesitará tu cuerpo. De hecho, después de un intenso entrenamiento, si no descansamos lo necesario al día siguiente no rendiremos al 100%. Esto se debe principalmente a que, de lo contrario, el cuerpo no conseguirá recuperarse y estará sufriendo un sobre-entrenamiento la próxima vez que volvamos a entrenar, lo que aumentará enormemente las posibilidades de sufrir una lesión. 

Es importante mencionar que es mejor estar un día sin entrenar, que entrenar sin haber descansado lo suficiente, de lo contrario el entrenamiento no nos dejará satisfecho al sentiremos mucho más débiles. Esto hará que no obtengamos los resultados que esperábamos y que además tengamos un mayor riesgo a lesionarnos. Por todo ello, el descanso es la clave del éxito del entrenamiento. Por otro lado, es recomendable descansar entre 24 y 48 horas entre entrenamientos. El tiempo de descanso dependerá de cada tipo de cuerpo, ya que cada cuerpo es diferente, pero se estima que 24 horas es el mínimo para que los músculos puedan logran una correcta recuperación.

Pensando en una correcta dosificación, lo ideal para una buena recuperación es que dividas tu entrenamiento por regiones corporales. Por ejemplo: tren superior, tren inferior, abdomen/core, espalda, etcétera. Esto con el objetivo de que dejes descansar a tus diferentes grupos musculares en un promedio de 24 a 48 horas para nuevamente volver a activarlos. Sumado al tiempo, puedes incluir alguna técnica complementaria con la cual puedas llevar a tus músculos a un estado de relajación de sus fibras musculares, ejecutando algún par de estiramientos a tu cuerpo.

Desde la parte nutricional para un buen rendimiento físico es indispensable el consumo de agua y electrolitos para evitar calambres y fatiga muscular, así como llevar una correcta suplementación con sodio, potasio, calcio para una buena contracción muscular, sin dejar de lado el triptófano para un excelente descanso y recuperación del sueño.