¿Por qué rompemos la dieta?: hormonas que controlan tu apetito
6 octubre, 2023 por
L.N. Brenda Martínez
Nuestro cuerpo es una máquina increíblemente compleja que regula el hambre y la saciedad a través de una serie de señales hormonales. Estas hormonas son las responsables de decirnos cuándo es hora de comer y cuándo debemos dejar de hacerlo. 

¿Alguna vez te has preguntado por qué sientes hambre? ¿O por qué te sientes lleno después de comer? La respuesta se encuentra en un intrincado sistema de señales hormonales que controlan nuestro apetito y nuestra sensación de saciedad. En este blog exploraremos las hormonas clave que desempeñan un papel fundamental en la regulación del apetito y cómo puedes mantener un equilibrio saludable para alcanzar tus objetivos de peso.


Leptina: hormona de la saciedad
La leptina es una hormona producida principalmente por las células de grasa (adipocitos) y desempeña un papel esencial en la regulación del peso corporal y el apetito. Su función principal es actuar como una señal de saciedad enviada al cerebro para indicar que el cuerpo tiene suficiente energía almacenada en forma de grasa. Cuando los niveles de leptina son adecuados, se suprime el apetito y se aumenta la quema de calorías.

Relación con el apetito
La leptina es una de las principales hormonas anorexigénicas, lo que significa que suprime el apetito. Cuando los niveles de leptina en sangre son altos, como cuando hay una cantidad adecuada de grasa corporal, el cerebro recibe señales para reducir la sensación de hambre. Esto ayuda a limitar la ingesta de alimentos y, en teoría, a mantener un peso corporal estable. 

Regulación del peso
La leptina desempeña un papel crucial en la regulación del peso corporal. Sin embargo, su relación con el peso es más compleja de lo que parece. Es común escuchar en la consulta, sobre todo al inicio de la restricción alimenticia para pérdida de peso, que los pacientes refieren que no siente que se “llenan”. Este factor va más allá de solo esa sensación. 
En las personas con sobrepeso u obesidad se observa una resistencia a la leptina, lo que significa que sus cerebros no responden adecuadamente a las señales de saciedad enviadas por esta hormona. Esto puede llevar a una sensación crónica de hambre, lo que dificulta la pérdida de peso y puede contribuir al aumento de peso.


Grelina: la hormona del hambre
A diferencia de la leptina, la grelina es conocida como la hormona del hambre. Se produce principalmente en el estómago y el páncreas: se libera cuando el estómago está vacío. Cuando los niveles de grelina aumentan se activa la sensación de hambre, lo que te impulsa a buscar comida. Después de comer los niveles de grelina disminuyen, lo que contribuye a sentirte satisfecho.

Regulación del apetito 
Es por lo anterior que los niveles que producimos de esta hormona no son estables, sino que varían a lo largo del día. Por ejemplo, los niveles suben o bajan según nuestra ingesta de alimento. Cuando estamos en ayunas los niveles se elevan antes de comer y disminuyen después de la ingesta de alimentos (la etapa postprandial). Además, cambian a lo largo del día según los patrones de alimentación de cada persona.

La función de la grelina va más allá de modular la ingesta a corto plazo. Investigaciones recientes mencionan que también interviene en la regulación del peso corporal a largo plazo. Los niveles en sangre de esta hormona están correlacionados con el grado de obesidad. En pacientes con sobrepeso u obesidad los niveles estas disminuidos, y en el caso contrario, pacientes con algún trastorno de alimentación o pacientes en procesos de desnutrición, como lo son algunos pacientes con ciertos tipos de cáncer, los niveles están aumentados.

Muchos pacientes en su intento por perder peso se siente frustrados al inicio, o en ciertos momentos durante su proceso de perdida de peso, ya que no entienden porque de repente siente muchas ganas de comer o tienen un antojo que no pueden controlar. Se culpa pensando que esto se relaciona con la “fuerza de voluntad” pero hay muchos proceso fisiológicos que impactan en nuestras conductas y proceso. Es importante conocer esta información y no culpabilizarse si el proceso no es lineal, como se visualizaba en un inicio. 

Por esa razón la alteración del funcionamiento de esta hormona se ha asociado con enfermedades como obesidad, diabetes mellitus tipo 2, anorexia nerviosa, caquexia, además de desórdenes psiquiátricos, como ansiedad, depresión, o trastornos de la conducta alimentaria, como el trastorno por atracón.

El equilibrio entre las hormonas que regulan el apetito y la saciedad es fundamental para mantener un peso y mantener los hábitos saludables a largo plazo. Esta es la razón que, durante el proceso de pérdida de peso, tu especialista hace mucho hincapié en los tiempos de comida, la ingesta de proteína como macronutriente principal en tus comidas (esto nos ayudara con una mayor saciedad), mantener una buena hidratación y trabajar aspectos emocionales, que se vinculan con tu relación con la comida. 

Todo es una serie de acciones que a largo plazo regularan los procesos hormonales que en algún punto estaban alterados por malos hábitos alimenticios y por una concentración elevada de grasa a nivel corporal.

¡Espero que este blog te haya proporcionado información valiosa sobre las hormonas que controlan tu apetito y tu sensación de saciedad!

L.N. Brenda Martínez 6 octubre, 2023
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