Al comenzar un tratamiento de pérdida de peso en el que debemos monitorear nuestro peso, es importante saber que éste varía a lo largo del día y que el peso total no lo es todo. El número que la báscula marca no es un indicativo de salud.  Existen diferentes factores por los cuales esto sucede, generalmente uno puede pesar menos en la mañana que en la noche debido a los alimentos consumidos, el agua ingerida y a los procesos que realiza el cuerpo al dormir.

Durante el sueño, el cuerpo procesa los alimentos y bebidas que se ingirieron durante el día. Todo esto se descompone y se elimina mediante la respiración, el sudor y la orina. Un 80% del peso perdido durante la noche es agua. El realizar ejercicio durante el día ayuda a que durante la noche aumente nuestro gasto calórico y por ende logremos una mayor pérdida de peso.

Otro factor importante es la ingesta de sal. Si sueles consumir mucha sal durante el día, o alimentos que la contengan, hará que el peso aumente debido a que la sal provoca una retención de agua en el cuerpo y esto por consiguiente provoca que ante la báscula el peso sea mayor, incluso después de haber dormido. Tomar más agua después de haber consumido algún alimento rico en sal podrá minimizar los efectos de la retención de líquidos.

También hay que recordar que la comida toma tiempo para ser digerida. Al acabar de comer es posible pesar más que antes de haber ingerido alimento. Es importante que si se va a tomar el peso después de comer, sea con mínimo dos horas de haber consumido el último alimento.

El consumo de carbohidratos también afecta el peso; por cada molécula de glucosa que entra a nuestro cuerpo se utilizan dos moléculas de agua, esto se presenta como una retención de líquidos. Aunado a esto, el consumo de alcohol provoca lo mismo en el cuerpo precisamente por el contenido de carbohidratos. Además, puede causar inflamación interna y malestar gastrointestinal.

En el caso de las mujeres, el periodo menstrual también puede afectar el peso. La mayoría de las mujeres experimentan retención de líquidos e hinchazón antes de su periodo. Es completamente normal e inevitable.

Por otro lado, un entrenamiento intenso (incluso si es realizado el día anterior), también puede ser causante de retención de agua a medida que los músculos trabajan para reparar micro abrasiones y desgarros.

El comienzo de la toma de un nuevo medicamento como anticonceptivos, antidepresivos, betabloqueantes, bloqueadores de los receptores de angiotensina, medicamentos para la migraña, antihistamínicos, entre otros, generalmente causan retención de agua. A largo plazo pueden aumentar el apetito, reducir el metabolismo o aumentar el almacenamiento de grasa.

Aquí te dejo algunos tips para evitar tanta variación en el peso:

1. Pesarse siempre a la misma hora
El mejor momento para pesarnos es en la mañana, en ayunas.

2. Pesarse sin ropa
En ocasiones el peso de la ropa puede hacer variar el peso. Si no puedes pesarte sin ropa, lo ideal sería utilizar ropa pegada como leggins o shorts con algún top o sin playera en el caso de los hombres.

3. No pesarse después de consumir alimentos ricos en sodio
Recordemos que el sodio hace que se retenga agua en nuestro cuerpo ocasionando un mayor peso.

4. Utilizar la misma báscula
Es ideal que el peso siempre se tome con la misma báscula para evitar variaciones en comparación con básculas de otras marcas.

5. Recalibrar la báscula
Cada cierto tiempo se tiene que recalibrar la báscula ya que por el uso suele comenzar a sesgar la medición.

Recuerda siempre que el peso es un valor cambiante. por lo que no debe ser la única medición tomada para poder visualizar un avance en un tratamiento nutricional. Es importante saber de qué está compuesto ese peso (grasa, músculo, grasa visceral y agua) para así lograr un diagnóstico nutricional más acertado.