Invierno sin sed: ¿debería tomar agua?
5 enero, 2024 por
L.N. Ana Alonso
¿En cuántos inviernos les ha pasado que parecieran no tener sed?

Esto se debe al clima frío y sucede porque la temperatura de nuestro cuerpo no logra identificar la necesidad de hidratarse. Incluso aunque al cubrirnos con más capas de ropa propiciemos la sudoración, es algo que es más fácil de identificar en climas cálidos por constante sudoración. No obstante, sigue habiendo dicha necesidad por ingerir agua ya que la mayor parte de nuestro cuerpo es agua, cumpliendo por ello múltiples funciones una correcta hidratación. Dentro de ellas podemos hallar el filtrado de toxinas a través del riñón, un buen funcionamiento cognitivo, el mantener temperatura corporal, la elasticidad en la piel, entre otras. 

Por ello mismo, si no se logra hidratarse de una manera correcta esto se verá reflejado en signos como resequedad en la piel, así como el cabello puede volverse quebradizo. También se suma el dolor de cabeza, los mareos, los cambios en la tensión arterial y el poner más vulnerable a nuestro organismo. Una adecuada hidratación forma parte esencial en los factores clave para fortalecer al sistema inmunológico, mismo que estando fuerte ayudará a prevenir o contribuir a la mejor recuperación en enfermedades estacionales como gripe o influenza.

Aunque por el frío no se “antoja” tomar agua simple, es importante encontrar estrategias con las cuales se logre el consumo de líquidos cuidando no exceder el consumo de té o café (máximo 3 tazas). El abuso de estas bebidas podrían provocar un efecto diurético haciendo que se eliminen más líquidos corporales a través de la orina y con ello propiciar aún más deshidratación.

Por tanto, no se debe sustituir el agua simple con té o café durante el día, en lugar de ello, se debe optar por incorporar otras fuentes que puedan contribuir a mejorar la hidratación. 

A continuación te dejo algunas recomendaciones:

1. Incorporar caldos y sopas. Por ejemplo, el clásico caldo de pollo con verduras, caldo de pescado, caldo de camarón, sopa de lentejas o sopa de frijoles.
2. Consumir frutas y verduras cuyo contenido de agua sea importante, como por ejemplo, la naranja, mandarina, kiwi, calabaza, jitomate, berenjena.
3. Tomar infusiones, mismas que ayudarán a que se aumente la temperatura corporal.
4. Calentar un poco el agua al tiempo e ir tomando a sorbos a lo largo del día.
5. Mantén cerca de ti tu botella favorita con agua, poniéndote metas para lograr cierta ingesta en tiempo determinado.
6. Toma tu bebida favorita de proteína en polvo convirtiéndola en una bebida caliente.
7. Consume leche de almendras o leche de coco mezclándola con cacao. Simularás así un chocolate caliente.
8.  Prueba con la limonada de invierno. Te dejo la receta a continuación:

Ingredientes:
½ taza de jugo de limón recién exprimido
1 limón en rodajas, así como la cáscara de otro limón
Rajitas de canela.
Clavo.
Sustituto de azúcar.
Agua.

Preparación:
  Hierve el agua y vierte las cáscaras de limón en trozos.
  Retíralo del fuego y elimina la cantidad de agua. Vuelve a hervir con más agua y no retires las cáscaras. Cuando hierva, retíralo de nuevo del fuego.
 Quita las cáscaras y agrega dos tazas más de agua caliente, así como el jugo del limón, 1 clavo y el sustituto de azúcar.

Como verás, lograr hidratarnos en climas fríos también se puede conseguir. Por lo tanto, no esperes a tener sed en invierno para tomar o no agua. Recuerda sigue siendo fundamental lograrlo. Apóyate de tus especialistas en VIME para conocer cuál es tu cálculo exacto de líquidos en un día, esto debe ser personalizado. Una vez teniendo presente tu ingesta busca con ellos estrategias que te ayuden a mejorar tu hidratación en días fríos y así seguir manteniendo en equilibrio a tu cuerpo.
L.N. Ana Alonso 5 enero, 2024
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