¿Cómo saber si tienes obesidad metabólica (aunque seas delgado)?
17 agosto, 2023 por
L.N. Betzi Pimentel
Desde hace ya algunos años se ha atribuido el término “delgado metabólicamente obeso” a las personas que tienen un peso adecuado respecto a su Índice de Masa Corporal (IMC), pero tienen mucha más cantidad de grasa que de masa muscular para un estado de salud óptimo. A dicha condición médica se le denomina “Obesidad Sarcopénica”.

En la mayoría de los casos, asumimos que si nuestro peso y/o IMC es normal no tenemos qué preocuparnos, pero son algunos conceptos erróneos que se han utilizado con el paso del tiempo.  

Ya hemos hablado de que es más importante la composición corporal de cada persona que solamente los kilos que existen. Por ello, a modo de resumen, es importante evaluar varios parámetros para conocer realmente el estado de salud nutricional y tener presente que: 

  El peso por si solo no puede decir si hay obesidad o no.
  Las pruebas de composición corporal ayudan a evaluar la distribución de grasa y músculo.
  Una buena nutrición acompañada de actividad física ayuda a mantener un estilo de vida saludable.

Y ahora, ¿cómo se desarrolla la obesidad metabólica?

Es el resultado de perder músculo y ganar grasa debido a una mala ingesta de alimentos y el sedentarismo. Es por lo anterior que la alimentación deficiente o excedente, además de la falta de ejercicio, juegan un papel importante. En otras palabras, los alimentos con carbohidratos y alto contenido de calorías nos dan energía, pero si dicha energía no se usa a través del ejercicio, se almacenará en el cuerpo en forma de grasa, y por otro lado, el músculo perderá su volumen si no hay movimiento o no hay una ingesta adecuada de proteínas en la dieta.

Para saber si padeces esta condición es importante obtener información confiable de tu nutriólogo sobre tu porcentaje de grasa. De acuerdo a guías de salud, el rango adecuado de grasa para hombres es del 10 al 20%, mientras que, para mujeres es del 18 al 28%. Si tu porcentaje de grasa excede estos rangos, pero existe un peso normal, es probable que haya una obesidad sarcopénica.  

Algunas formas de analizar la composición de grasa son:

  Plicometría:
A través de un aparato llamado plicómetro se toman los pliegues principales del cuerpo para evaluar la grasa debajo de la piel (grasa subcutánea) y calculando la grasa interna (grasa visceral).

  Pruebas clínicas: 
Mediante algunos procedimientos más especializados como densitometrías, rayos X, entre otros, que exponen al cuerpo a niveles mínimos de radiación para monitorear composición interna.

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Básculas y equipos de “bioimpedancia eléctrica”: 
Consta de dispositivos que utilizan pequeñas corrientes eléctricas para analizar a detalle la composición corporal. Esta es la que en tu tratamiento en VIME se utiliza para conocer a detalle tu composición corporal.

La recomendación para mejorar esta condición se reduce a mejorar la composición de nuestro cuerpo, llevando un patrón de alimentación rico en proteínas para aumentar la masa muscular esquelética y el ejercicio de fuerza y resistencia, ya que con ello aumenta la tasa metabólica basal. En palabras simples, si aumenta dicho dato, más calorías gastarás naturalmente cuando no estés haciendo nada, y cuantas más calorías gastes en reposo, mayor será la pérdida de grasa.

No solo es comer, es comer adecuadamente y tener nutrientes en nuestro cuerpo para todas las funciones que realiza. La sarcopenia puede mejorar con un buen aporte de proteína que se puede obtener de:

  Carnes, huevo y pescados.
  Legumbres.
  Lácteos.

Además de un consumo adecuado de frutas y verduras que contribuyen a proporcionarnos antioxidantes, vitaminas y minerales. 

Todos esos nutrientes son evaluados por tu especialista. Con base en algunas pruebas, como por ejemplo, de laboratorio, se podrá detectar la deficiecia de componentes como vitamina D, complejo B, ácidos grasos, minerales, etcétera. Para la sarcopenia será importante mantener niveles adecuados de: omega 3, vitamina D, vitamina A, vitaminas del complejo B, etcétera.

Por otro lado, se recomienda evitar el consumo de los azucares refinados, alimentos ultraprocesados, el exceso de sal, alcohol y exceso de carnes rojas, ya que no solo agravan la “obesidad metabólica” sino también favorecen la aparición de otras enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y problemas cardiovasculares.

Así que ahora lo sabes. Es importante conocer tu estado de salud a fondo y tomar acción para estar saludable por fuera, pero también por dentro. Recuerda que verse delgado no significa que estes sano si metabólicamente hay obesidad.
L.N. Betzi Pimentel 17 agosto, 2023
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