Saber decir adiós...
23 febrero, 2024 por
L.P. Mariana Álvarez
Queridos lectores, me gustaría hablar del tema de cómo saber si estoy verdaderamente listo para continuar sin VIME. Escucho mucho en la consulta sobre el rebote, el miedo a volver a engordar, dónde el paciente elabora varios cuestionamientos sobre su peso, su grasa y su imagen corporal.

Es normal que cada paciente experimente miedo e incertidumbre sobre lo que vendrá después de que su tratamiento en VIME concluya, sin embargo, hay que utilizar dichas emociones en pro de nuestro bienestar y no en contra. 

En primer lugar, tenemos que entender que en el miedo a engordar la clave no es el peso sino el miedo, por eso mismo hay que abordar en el espacio de Terapia de Apoyo con nuestro psicoterapeuta dicho tópico, para que en lugar de preocuparnos nos ocupemos activamente y romper patrones conductuales. 

Desde que el paciente llega a VIME, en su valoración, se da cuenta de muchos miedos y se despiertan varias fantasías sobre realizar nuevamente un plan alimenticio, sin embargo, se da la oportunidad de crear un espacio diferente para obtener resultados diferentes, confiando en sus especialistas y a pesar de sentir que es un plan restrictivo, se apegan y se esfuerzan por alcanzar su objetivo de pérdida de grasa. 

El paciente va percibiendo sus emociones, teniendo sus tropiezos, sintiendo frustración, miedo. Pero a su vez se percata de sus cambios, avances, logros. En general, va obteniendo un aprendizaje significativo de todo su proceso, alcanzando un grado de mayor consciencia y autoconocimiento sobre su relación con la alimentación, el ejercicio y su propio cuerpo.

Como bien lo saben la cetosis no es un estilo de vida, empero enseña al paciente a adquirir una estructura, horarios que seguir, estableciendo límites para ir propiciando salud en nuestra vida. Asimismo cuando el paciente transiciona y al estar en un método más integral, teniendo mayor variedad de alimentos, el paciente se enfrenta a otros retos como a respetar las porciones señaladas, no omitir ningún grupo alimenticio, a involucrar mayor tiempo, organización y creatividad para la preparación de sus alimentos y a ir intensificando el ejercicio.

Todo esto a nivel mental requiere de anticipación, de una autorregulación, de constancia, de sostener lo que se ha ido aprendiendo durante todo su tratamiento. 

El que un paciente pueda recordar lo que cada uno de sus especialistas ha ido transmitiendo durante su proceso con ciertas frases, analogías, etcétera, nos habla de una asimilación y acomodación de su propio aprendizaje. Es importante confiar en dicho camino recorrido, recordando que los especialistas no han estado con el paciente 24 por 24 horas para que ellos tomen decisiones sobre su propio autocuidado, ha sido el paciente quien ha elegido qué come y qué hace de ejercicio

La voz de los especialistas es la que acompaña al paciente en cada día de su vida, fortaleciendo al paciente, pero es la voz y decisión del paciente quien verdaderamente hace la magia y el verdadero cambio.     
L.P. Mariana Álvarez 23 febrero, 2024
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