La capacidad de elegir nuestro placer
17 noviembre, 2023 por
L.P. Myle Reyes
Estimado lector, antes de dar inicio te invito a tomarte un momento y cuestionarte: ¿eliges tus alimentos desde el placer o desde la planeación?

Todos los seres humanos de manera innata buscamos satisfacer nuestras necesidades básicas de una forma instantánea, llevándonos a cubrir nuestras necesidades desde la premura al hacer elecciones basadas en el placer más allá del propio beneficio. Esta situación nos aleja de nuestras verdaderas metas, como puede ser el cuidado de la salud por medio de la pérdida de peso. 

El placer inmediato, o bien, como lo conocemos desde el psicoanálisis "el proceso primario"  juega en contra en un régimen de alimentación ya que al comprometerse en un tratamiento de pérdida de peso se adquiere un compromiso personal el cual implica realizar modificaciones en los propios hábitos y elecciones. Esto únicamente es posible construir por medio de la capacidad de aplazar el placer y con ello tolerar la frustración.


¿Cómo se ve la satisfacción inmediata en un plan alimenticio? 
 
Un momento claro en el cual el placer inmediato aparece en un plan alimenticio, es cuando decidimos darnos un "gustito", tomando la decisión de comer un alimento fuera del propio régimen alimenticio. 

Es cierto que tomar la decisión de comer algo fuera de nuestro plan alimenticio nos permite disfrutar de algunos segundos de algo que creemos desear, e incluso necesitar. Sin embargo, lo que en realidad sucede es que aquel gusto únicamente se disfruta durante algunos segundos en el paladar y posteriormente se mitiga, dejando la sensación de no haber sido lo suficientemente gratificante. Con ello, en la mayoría de las ocasiones, puede despertar frustración al no alcanzar una satisfacción mayor, dejando la creencia interna de que no sé es capaz de perder peso cuando en realidad se están tomando decisiones que van en contra de la meta personal. 


¿Cómo evitar la satisfacción inmediata? 

Aplazar es una habilidad propia de la adultez, la cual nos permite realizar una auto negociación entre el deseo inmediato y las propias metas en búsqueda de favorecer el propio progreso. Aplazar no significa renunciar al placer, significa elegir construir satisfacciones duraderas y permanentes por medio de pequeñas elecciones diarias congruentes con las metas de la vida adulta. 

Aceptar la frustración que trae consigo la modificación de los propios hábitos tiene como recompensa experimentar nuevas satisfacciones. Te comparto tres tips para lograr el aplazamiento de la satisfacción primaria: 

1. Ten presente que el placer será mayor si postergas. 
2. Honra tus esfuerzos y el compromiso personal que adquiriste. 
3. Recuerda que hay un motivante el cual te llevó a desear realizar un cambio. 

Si has llegado hasta este punto de la lectura, te invito a tener presente que la frustración forma parte de nuestras vidas. Aprender a lidiar con ella de manera saludable nos permite elegir y construir placeres mucho más duraderos, gratificantes así como permanentes.
L.P. Myle Reyes 17 noviembre, 2023
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