Hola, comunidad.
El día de hoy quiero platicarles algunas pistas que nos ayudarán a comprender cómo funciona nuestra mente. Todos en algún momento, con mayor o menor intensidad, hemos experimentado ciertas formas de pensar o procesar la información que nos llevan a relaciones desadaptativas con nosotros mismos, nuestro entorno, las personas, así como con la alimentación. A este tipo de errores en nuestros pensamientos les podemos llamar errores o sesgos cognitivos. A continuación te voy a describir dos de ellos que suelen presentarse muy frecuentemente:
Descalificar lo positivo:
Este tipo de error nos lleva a minimizar o devaluar todas las situaciones positivas que surgen tanto con nosotros mismos o con nuestro entorno. Por ejemplo, cuando nos enfrentamos a un examen para el cual nos preparamos arduamente y en el que obtuvimos una nota excelente, podemos decirnos internamente: "El examen estaba muy fácil, cualquiera lo hubiera pasado".
Imaginemos otro escenario: te invitan a una fiesta estando en cetosis, decides prepararte llevando tus alimentos que están permitidos en el plan, tomas decisiones que te permiten cuidar de tu proceso y logras marcar límites. Al final, de la reunión en lugar de sentirte satisfecho y reconocerte el gran esfuerzo que hiciste, piensas: “Estuve pésimo, no sé poner límites, seguramente otra persona lo hubiera hecho mejor que yo". En lugar de validar lo positivo que ocurrió ese día, terminas invalidándote y creyendo en esa versión que construiste de la realidad.
Pensamiento dicotómico:
Este tipo de error consiste en pensar en términos de todo o nada, blanco o negro, es decir, de absolutos. Un ejemplo sería cuando uses algunos calificativos para describirte. Tal vez como: “Soy un total desastre. Todo está mal en mi vida. Soy una mala persona por haber comido tal o cuál alimento. Siempre cometo errores o siempre tomo malas decisiones”.
Este tiempo de pensamientos nos lleva a no distinguir entre matices y a generar mucho malestar porque basamos nuestra descripción en características absolutas. Decir "siempre", "nunca", "todo" o "nada" tiende a reducir y encasillar la visión que tenemos. Y en este caso es muy injusto porque de entre todas las decisiones que hayas tomado, habrá momentos en que también tomemos decisiones acertadas.
Describirnos bajo un solo criterio sin tomar en cuenta el abanico de matices reduce la forma en que me estoy pensando y percibiendo. Trata de observar tus pensamientos y distinguir si tiendes a pensar de alguna de estas maneras para calificar tu progreso, describirte o evaluarte.
Muchas veces nuestra mente de manera automática nos lleva a este tiempo de pensamientos, pero si los hacemos conscientes tenemos más oportunidades de observarnos desde otra perspectiva. No olvides acercarte a tu Terapeuta de Apoyo para que puedan trabajar sobre cómo modificar estos patrones de pensamiento. También puede ayudar mucho que en una libreta o apoyándote de tu celular puedas anotar estos patrones de pensamiento que se convierten en sesgos para interpretar la información de la realidad y así puedas modificarlos como parte del proceso de cambio que has iniciado en VIME.