En la vida diaria nos enfrentamos a situaciones que nos ponen a prueba entre tomar buenas y malas decisiones. Muchas de estas situaciones deberían de ser evaluadas con base en nuestros límites, necesidades y ganancias, pero para ello podrás preguntarte… ¿qué son los límites?

Los límites son acciones por medio de las cuales somos capaces de poner cierta distancia ante escenarios que nos desagradan, incomodan, perjudican o incluso que nos ponen en riesgo. También los límites hacen referencia al autorrespeto y autocuidado que podemos tener con nosotros mismos porque anteponemos nuestras necesidades y valores sobre cualquier imposición que se nos quiera dar. Los límites, además,  ayudan en fomentar el autoestima, la seguridad física y emocional, porque nos hace sentirnos seguros de poder expresar lo que queremos. 

En un plan alimenticio es primordialmente necesario poder poner límites a personas o situaciones que nos sitúan en la posibilidad de truncar el plan, pero antes de ponerlos es necesario tener bien claro cuáles son nuestros objetivos, gustos o necesidades y de esa manera comunicar asertivamente cuando no estamos de acuerdo con algo, o bien, comunicar lo que sí es importante para nosotros. 

Si no te has dado cuenta de ciertas situaciones en las que otras personas transgreden tus límites, te dejo unos pequeños ejemplos que suelen comentar recurrentemente en consulta: 

➜  Decir que no a una bebida alcohólica.

➜  Evitar comidas fuera de nuestro plan.
 
➜  Recibir comentarios de otras personas respecto a nuestro físico, nuestra salud, nuestras decisiones, etc… 

Algunos ejemplos de estos comentarios pueden ser: 

“Te ves muy flaco, estás enfermo”. 

“No deberías hacer dieta, ni siquiera la necesitas”.

“Te estás matando de hambre”

 “Yo te veo igual, ni siquiera te está funcionando”

 “Vas a tener rebote” 

¿Por qué es tan complicado marcar nuestros límites? 

A veces no nos atrevemos a expresar lo que queremos o lo que nos incómoda, principalmente por temor a sentirnos rechazados o la creencia de “hacer sentir mal a los demás”. Para esto es necesario reflexionar que cada individuo tiene derechos y necesidades, por lo cual somos libres de expresar nuestra inconformidad sobre algo o aclarar cuáles son aquellas cosas que nos inspiran a ser mejores personas. Es importante que dejemos un poco de lado “lo que piensen los demás” y poner más en práctica lo que “yo quiero para mí y mi bienestar”. 

Una vez explicado esto, te dejo una serie de recomendaciones que puedes seguir para aquellos momentos en lo que no sabes decir que no, y donde el miedo o la inseguridad te alejan de tus objetivos/metas. 

1. Presta atención a las emociones y pensamientos que resultan incómodos.

2. Acepta y reconoce que alguien ha traspasado tus límites y toma control de ello.
 
3. Ten bien definidos tus objetivos, necesidades, gustos, inseguridades (¿Qué es lo que en este momento necesitas? ¿qué fue lo que te desagrado?)

4. Acepta las posibles consecuencias que pueden resultar de poner tus límites.

5. Comunica asertivamente y de forma clara lo que necesitas. 

6. Intenta no justificarte demasiado, es tu límite y es válido. 

7. Mantén claro tu límite y sostenlo, hazlo respetar. 

Para finalizar, ten bien en mente que poner tus límites ante cualquier situación es siempre válido y puede resultar una tarea un poco compleja si no estamos acostumbrados a ello, además, es algo que difícilmente se enseña o se practica en la sociedad desde que somos pequeños. El hecho de que comiences a poner tus límites también es un reflejo del amor propio y respeto hacia ti mismo. 

“Poner límites no te hace una mala persona”