La bursa es una bolsa llena de líquido que actúa como amortiguador en nuestras articulaciones (músculos, tendones y huesos), por tanto, la bursitis ocurre cuando esta bolsa se inflama y causa dolor al realizar movimientos de flexión y extensión limitando así tu independencia. 

Prácticamente en todo el cuerpo tenemos bursas y estas actúan como un amortiguador ante cualquier posible situación, ya sea correr, saltar hacer ejercicio de fuerza, etcétera. La obesidad es uno de las principales causantes de bursitis, aunque hay muchas otras posibles causas  como el sobre entrenamiento o una mala técnica. 


Posibles síntomas de la bursitis:

• Dolor y enrojecimiento 
•  Inflamación 
•  Incapacidad de mover una articulación 
• Dolor al realizar alguna actividad.


¿Cuáles son las bursitis más comunes?

Principalmente en las articulaciones de más uso como:

 •  El codo
 • La rodilla 
 • La cadera 
 • El hombro 


¿Qué pasa si tengo bursitis?

A veces pueden pasar años hasta poder recibir un diagnóstico certero debido a que no todos los pacientes acuden a consulta con un especialista adecuado. Muchas de las veces solo les dan algún analgésico o algo para calmar el dolor y la inflamación. Hay especialistas que incluso mandan reposo. Es cierto que con algunos de estos métodos la bursitis pude ceder el dolor, pero no se quita por completo, así que muy probablemente pueda inflamarse de nuevo y volver a doler.

Es algo muy común que los pacientes con bursitis pasen años sin saber que padecen esta enfermedad, y si bien es tratable, muchas veces no es tratada adecuadamente y persiste durante años. Así que, en conjunto con la edad y los achaques, lo dejamos pasar y el paciente se acostumbra al dolor. O se medica simplemente para bajar el dolor.

La radiografía es el primer estudio para emitir un posible diagnóstico aunque no da un resultado certero. Entonces se opta por mandar una resonancia magnética (RM) o un ultrasonido (US), no obstante, un fisioterapeuta puede trabajar con signos y síntomas y hacer alguna prueba ortopédica para poder emitir un posible diagnóstico.

La fisioterapia es la especialidad de la medicina que trata con eficacia esta lesión, ya que como mencionamos no es una lesión incurable. Y esto puede condicionar nuestra calidad de vida al no permitir la realización de actividades básicas como lo pueden ser subir o bajar escaleras, o realizar cualquier actividad física al provocar dolor. 

Entonces, ya sabes que si tienes dolor en una articulación y este te impide mover, hacer ejercicio o subir las escaleras, acude a tu fisioterapeuta de confianza para que te evalúe, haga la exploración adecuada y te brinde el tratamiento que necesitas.