Hola, frío. Adiós, dieta.
17 enero, 2024 por
L.N. Norma Esquivel
¿Te pasado que en este clima tan frío de momento se torna difícil poder seguir un plan de alimentación? Existe una tendencia hacia antojos dulces, lo cual puede permear en tu plan de alimentación. Todo esto tiene más de una explicación para lo que a continuación te hablaré más a detalle.


Hidratación:
Nuestro cuerpo se esfuerza en mantener una temperatura adecuada (35° C y 34° C) para no tener ningún daño orgánico. Para ello necesita “sacar” toda el agua posible y ello lo hace con ayuda de nuestros riñones, ya que son los responsables de que vayas a orinar de una manera constante. 

Además, las temperaturas bajas provocan que no se te antoje tanto el agua lo que te hace disminuir tu hidratación. Esto hará que tu cuerpo, en el intento de hidratarte pero evitar el agua fría, te haga creer que tienes hambre para que de esta forma obtengas un poco de líquidos a través de los alimentos, sin embargo está agua no es suficiente y te puede provocar deshidratación.


Emociones: 
Las emociones son respuesta que genera cada ser humano acorde a su contexto, por lo que determinados estímulos físicos (como la temperatura) pueden detonar distintas sensaciones. Ya sean placenteras, como tomar una taza de café caliente; o de dolor, como la misma taza de café caliente derramada sobre nuestro regazo. Estas sensaciones a su vez son capaces de detonar emociones. En el caso de las placenteras, nos produce felicidad, y en el caso de las dolorosas, pueden producir enojo o tristeza. Esto puede explicar por un lado el porqué las personas ante climas fríos, lluviosos o nublados pueden sentir tristeza, sin embargo, es importante tomar en cuenta que estas emociones también son detonadas por la historia de vida de cada persona.

Por otro lado, existen estudios que sugieren una relación entre rasgos depresivos y deficiencia de vitamina D, la cual es una vitamina que en su mayoría sintetizamos gracias a nuestra piel ante la exposición al sol. Es en invierno cuando nuestra exposición al sol disminuye y más con el uso de bloqueadores, lo cual no es malo, solo es importante cuidar un adecuado aporte de esta vitamina.


Gasto calórico: 
Algunos estudios sugieren que ante temperaturas menores de 23 °C nuestro cuerpo gasta más energía, por lo que el cuerpo intenta recuperar esta energía estimulando el apetito. Esto podría también explicar el antojo por alimentos dulces como el chocolate, pues son ricos en calorías y al ser carbohidratos simples es energía que llega en poco tiempo a nuestro torrente sanguíneo.

Ahora quizá te pueda venir a la mente el someterte a temperaturas frías o terapia de frío por la lógica de gastar más energía y con ello pierdas grasa, pero temo decirte que no es buena opción porque el gasto calórico que incrementa es el basal. Esto quiere decir que es un déficit de energía a nivel de órganos o células. En este caso, es de un grupo muy específico de neuronas (células que permiten la comunicación con el cerebro), por lo que esto no se verá reflejado en una pérdida de grasa y solo lo pasarás mal porque puedes tener un incremento de apetito.


Respiración: 
Seguramente has escuchado que es común resfriarse en estas temperaturas bajas. Esto se asocia a que ante el frío nuestra circulación disminuye, lo que ocasiona que nuestros anticuerpos viajen de manera deficiente y nuestro tracto respiratorio, que se encuentra revestido de una mucosa que demanda mucha sangre por su función de proteger la entrada de cuerpos dañinos para nuestro cuerpo al inhalar el aire al respirar, disminuye su capacidad defensiva y por eso nos volvemos más susceptibles a enfermarnos.

Es importante cuidar el cubrir nuestra nariz y boca con bufandas o pañuelos y evitar cambios abruptos de temperatura porque ello irrita aún más nuestras mucosas.

Así que si de momento te llegan todos esos antojos dulces o notas dificultad para hidratarte adecuadamente, apóyate de muchos líquidos calientes como infusiones, tés, agua tibia , sopas de verduras para mantener tu cuerpo en calor. Evita que tu cuerpo siga buscando alimentos hipercalóricos de esta manera y también evitar que siga perdiendo líquidos. Y lo más importante: comunícaselo a tu especialista en nutrición para que te pueda brindar una serie de estrategias individualizadas.

L.N. Norma Esquivel 17 enero, 2024
Compartir
Archivar