Tenemos diversas creencias en cuanto a nutrición y lo que significa “estar a dieta”, creemos que son regímenes restrictivos donde pasaremos hambre y no podremos comer nada y eso nos lleva a postergar iniciarlo o bien evitar hacerlo. En lugar de asesorarnos con un profesional recurrimos a “dietas milagro” que encontramos fácilmente en internet o por recomendación de alguien donde confirmamos nuestras sospechas de lo martirizante que es cuidar el peso. Sin embargo, debemos tener presente que una dieta por mera definición es el conjunto de alimentos que se consumen en un día (24 horas), la calidad, cantidad y otros factores hacen que la dieta sea correcta o no.

El haberte sometido a un plan de alimentación o dieta saludable, debe tener por principio el enseñarte a comer, corrigiendo conductas y mejorando opciones, ayudándote a crear una mejor percepción de lo que comes y tener un balance en tu alimentación, además de recordar que existen diferentes tipos de planes de alimentación de acuerdo a tus metas, ganancia muscular, pérdida de peso, preparación para algún evento deportivo o simplemente mantener tu salud actual.

El mantenerte saludable no es, ni debe ser un martirio o un sacrificio, se trata de tomar pequeñas decisiones en función de lo que deseas para tu vida y saber que un gusto o un “pecadillo” no debe ser compensado, sino que es parte de un plan a largo plazo, donde una excepción no altera el curso de tus resultados, un monitoreo ocasional con tu nutrióloga o nutriólogo, sería lo adecuado para corroborar que tu estilo de vida es saludable.

Una dieta debe ser variada y rica a tus gustos, puedes integrar de todos los grupos de alimentos, donde las porciones son la clave, la hidratación es fundamental y el ejercicio vital para sentirte en armonía contigo mismo.

En conclusión, tener una dieta correcta, en teoría, es el resultado de tu decisión y sentirte tan bien con esas decisiones que no lo veas como una “dieta” si no un continuo aprendizaje a tener mejores y más ricas opciones donde tengas cabida a elegir de todo y dejar de creer que un solo alimento “arruinará” tu progreso o mantenimiento y que a la par, no sea un foco de atención en tu vida si no lo que pone un extra en tu actividad diaria.

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