Alimentos "sin azúcar": ¿se pueden en cetosis?
9 febrero, 2024 por
L.N. Jonathan Cabrera
En repetidas ocasiones al iniciar una dieta cetogénica existe una creciente preocupación acerca de cómo cubrir o mitigar la necesidad de consumir alimentos dulces. Durante un tratamiento enfocado en la pérdida de peso llevado mediante dieta cetogénica, es éste es el grupo de alimentos el que se ve principalmente comprometido porque dentro del plan de alimentación se omite el azúcar. Por ello se comienza con la búsqueda de alimentos u opciones en los que en su publicidad se describen como alimentos "sin azúcar", keto friendly o endulzado con algún edulcorante como sustituto al azúcar convencional o “libre de calorías”.

Tomando a consideración lo anterior y desde lo que nos refiere lo clínico, un producto libre o con muy bajo aporte de calorías derivadas del azúcar, no tendría porqué ocasionar un impacto negativo en los niveles que conforman la composición corporal, es decir, en el porcentaje, kilos de grasa o niveles de grasa visceral, que son el principal motivo a modificar en este tipo de plan de alimentación. Sin embargo, existen algunos puntos a considerar al momento de incluir alimentos que parecieran compatibles con un plan basado en dieta cetogénica. Ya que dentro de su composición nutrimental podrían ocasionar un impacto poco favorable, especialmente s el objetivo es perder kilos de grasa.

Uno de los principales enunciados que se encuentran en los alimentos ultra procesados y que se ofertan en el mercado de los productos denominados saludables es: “sin calorías”. Es importante considerar que las instituciones encargadas de regular el etiquetado nutrimental permiten a la industria ofertar un alimento bajo este concepto siempre y cuando no aporte una cantidad mayor a cuatro kilocalorías de azúcares por cada cien gramos de producto. 

Con base en lo anterior, y conociendo la complejidad en la lectura de etiquetas de los alimentos procesados que se ofertan a nivel nacional, resulta muy fácil generar un apego a estos productos ya que en la mayoría de los casos siempre se busca elegir la opción más saludable. Identificar el contenido nutrimental puede resultar bastante confuso. Por lo tanto, al consumir un alimento "cero azúcar" de forma constante o en grandes cantidades bajo el pensamiento de que no aporta calorías, se obtiene como resultado un consumo calórico elevado y a la par un resultado desfavorable en nuestro objetivo de pérdida de peso. Inclusive, podríamos aumentar de peso.

Otra problemática recurrente son los alimentos que se describen como keto friendly cuyo objetivo principal es presentar productos que imiten la consistencia y sabor de un alimento predeterminado, el que en su versión original está elaborado a base de harinas. El problema se presenta al ser elaborados ricos en grasas saturadas e insaturadas. Teniendo como referente que las grasas son el grupo de nutrimentos con el aporte calórico más alto y que incluso duplica a los carbohidratos. Por lo tanto, es evidente que los alimentos elaborados con estas características aporten una cantidad elevada de calorías que podrían alterar de forma significativa los niveles de colesterol en sangre, y por consiguiente, también aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Actualmente, debido al aumento de casos de personas con sobrepeso, obesidad y enfermedades metabólicas, una de las herramientas en las que se apoya la industria de alimentos con el objetivo de crear opciones más amables con estos padecimientos, es el uso de edulcorantes. Se define como edulcorante a aquellas sustancias que se utilizan como una alternativa al azúcar convencional. Son provenientes de plantas o del propio azúcar, y tienen como objetivo principal reemplazarla de manera parcial o total ya que brindan mayor dulzor resultando más económicas.

Recientemente el consumo de este aditivo ha incrementado de forma considerable puesto que su popularidad lo ha colocado como una opción más saludable frente al azúcar y con efectos aparentemente menos nocivos. Sin embargo, es importante hacer mención de las repercusiones que atraen su consumo en exceso.

La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo menor a 2.5 mg de edulcorante por kilogramo de peso corporal, lo que equivale a un aproximado de 20 sobrecitos para una persona adulta. Por lo tanto, un consumo excesivo de éstos de forma libre o en alimentos que lo contengan como aditivo, podría ocasionar un aumento de la glucosa en sangre y un vaciamiento gástrico más lento por las modificaciones en la microbiota intestinal (la composición de microorganismos vivos dentro del intestino), afectando la respuesta de la insulina tras la ingesta de alimentos, cambiando la sensibilidad de ésta.

Aunque uno de los objetivos principales de los edulcorantes es disminuir la ingesta calórica, podría tener un efecto contrario, ya que un aumento en su ingesta ocasiona una sensación aparente de poder tener un consumo más libre. Además de ocasionar un aumento en la regulación del hambre provocando comer en exceso y un aumento considerable en la sensibilidad de los receptores del gusto, creando adicción al sabor dulce.

Crear estrategias en pro de llevar un estilo de vida más saludable y mejores hábitos de alimentación, en la mayoría de los casos conllevan a un resultado favorable. Sin embargo, no contar con la información suficiente podría ocasionar daños severos. Es por eso que la mejor manera de tomar acción es de la mano de los especialistas en el área, ya que desde un punto de vista empático y funcional, pueden brindarte las mejores herramientas con la intención de preservar un estado de bienestar total a corto, mediano y largo plazo. Por lo tanto, la búsqueda de opciones saludables siempre debe de ir de la mano de un nutriólogo que pueda ayudarte a equilibrar la cantidad de estas alternativas y se utilicen a favor de tu salud, sin comprometer la pérdida de peso deseada.
L.N. Jonathan Cabrera 9 febrero, 2024
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